Esta iniciativa con denominación viajera, nace de mis incursiones por Caracas, inicialmente, buscando las obras de arte que adornaban mi ciudad. Así me paseé por las calles, avenidas y autopistas de este valle lleno de verdes y surcado por un río, cual “flaneur” contemporáneo, pero con la visión enfocada en el arte. Una ciudad cosmopolita que me invitaba a recorrerla y a narrar también sus tradiciones, como en el caso de la Semana Santa, en marzo de 2016.
Luego mis paradas se hicieron poco más detalladas y comencé por visitar museos y exposiciones que se daban para el momento de transitar por aquellos lugares, para mí, conocidos. Me di cuenta que además podía acercarme a los artistas y tuve la oportunidad de visitarlos en sus talleres y conocer de primera mano, no solo su proceso creativo sino la elaboración in situ, de algunas de sus obras. Todo esto ocurrió entre 2015-2016.
Me mudo a Estados Unidos, al estado de la Florida y estando en otras latitudes, mi aproximación a los artistas venezolanos -que seguían siendo mi punto focal de interés- se hace vía zoom. Comienzo entonces un proceso de entrevistas que me desvelarían el potencial de algunos de nuestros creadores, dentro y fuera de Venezuela, así como el acercamiento a creadores extranjeros residenciados en Miami.
Al mismo tiempo, conocí gente de otros medios artísticos que con sus vivencias, aportaron historias interesantes para contar.
Es así como en tiempos distintos, fui desarrollando ese proyecto de escritura, que abandoné por algún tiempo. Sigo con la idea de dar espacio a través de mi escritura, a nuevos artistas venezolanos.